martes, 11 de diciembre de 2007

Volviendo a mi



Justo antes de abrir la puerta me detengo a pensar en que habrá detrás. Quizás sea una blancura diabólica que alberga soledades, me digo titubeando, o un afluente de gente en la que me perderé olvidado. No quise que esta puerta se conformara frente a mi camino, que se manifestará absoluta con un ámbito desgarrador de imperancia y menos que se me impusiera como ahora la persivo. En un momento creí que sólo era una imagen líquida, un espejismo cruel con forma de portal diluido por la alegría que sentía en los momentos ya pasados. Triste yo por haberme dejado traer hasta aquí. No era más que una fatamorgana cristalizada a razón de soledades que se combatían con soledades. Aún no sé que se trae esta puerta con forma helicoidal, si es un moledor de carne o un exprimidor de jugo me da igual, atravezarla es lo que importa ahora. frente a ella el miedo que siento corroer mis ya corroídos huesos rasca el callo de la locura, desparramando mi sensatez en un vientre negro de espesos espejismos pululantes a mi alrededor.
¿Debo atravezarla...?

1 comentario:

box_of_tears dijo...

ehm.. fuerte... si tu eres el que la cruzara te toca decidir pos, saludos!^^