Me Rindo...

__Lo que hicimos esta noche no sale de esta habitación__ Le dije mientras le mordía el cuello y recorría con mis manos lo terso de su cuerpo. Esa fue la última vez que ví a Danielle y tambien la última ve que me enamoré.
Han pasado no sé cuantos años desde aquella noche y pareciera que fue ayer cuando me dijo que me amaba. Que de más está decir que fue la única noche que la tuve. Porque lo nuestro fue de una sola noche, pero de una noche en que las estrellas estuvieron más cerca y el sol se asomó sólo para sonrojarse de nuestros cuerpos desnudos.
La amé de tantas formas que fue mil mujeres a la vez y jamás terminé de recorrer el médano de su cuerpo húmedo. Fue breve el cielo que nos creamos pero fue eterno el minuto que nos besamos por última vez. Pero no basta decir que la sigo amando después de quizás cuantos años. Es tan inquebrantable el amor cuando te maneja como cual marioneta... Dejen que grite a todos que la sigo amando, que por sus labios juro que no amaré a nadie más como a ella. Danielle. Mi Danielle, lo que hicimos esa noche no me bastó para una vida sin ti.
Me creí en la razón de no amar hasta encontrarla y no moriría buscándola toda una vida. Pero ella no me buscó. Se perdió entre la locura de la vida y las noches de vagas compañías.
La odio por no haberme esperado y me muero por haberle amado tanto, haberle amado de una sola noche sin descanso ni fin. Que el diablo se lleve su alma y me despoje de estos demonios, que no soporto estar con ella estando ella perdida en mi vida. Déjenla que se pierda que no quiero ni escuchar su nombre Danielle, que olvidaré cuando olvide amarla. Al fin que te soñé durante años y me dejaste como dejas tu cuerpo en un cajón esta noche. Ya no te amo. No te amo, ni te amé.